
Hola Batcuever,
Agosto. Vacaciones. Mucho calor y, lamentablemente, no tanto cine.
No porque no haya estrenos (que los hay, y bastantes), pero me está costando más de lo normal ir. No hay nada que me resulte atractivo.
Aun así, la semana pasada estuve viendo bastantes cosas en casa.
Películas que ya conocía, pero que he querido revisitar con unos cuantos años más encima. Y qué curioso ver cómo cambian. O cómo cambio yo.
Algunas me han parecido mejor, otras han envejecido regular... pero todas me han dicho algo distinto a lo que me dijeron en su día.
También hay una que no había visto nunca y me ha sorprendido. Mucho.
Si estás buscando qué ponerte una tarde tonta, aquí van unas cuantas.
Y si crees que podrían interesarle a alguien, nos harías un gran favor compartiendo esta publicación.
Alta Fidelidad
Esta película no puedes verla en cualquier momento y ya. La he visto tres o cuatro veces y nunca he conseguido conectar. Y es que, no puedes sentarte, darle al play y pretender pasar un buen rato porque hoy no sabías qué hacer. Hay que verla en el momento que ella te lo pide. Cuando estás lo bastante roto, lo bastante perdido, o lo bastante enfadado contigo mismo como para que te duela. Y entonces, te atraviesa.
No es una comedia romántica. De hecho, como comedia o como peli romántica, funciona regular. Lo que hace bien, y además lo hace muy bien, es hacer que te metas en la cabeza de un tío al que le salen mal las cosas… y se lo merece. Es un villano, es un idiota, es muy humano. Y además, tan egocéntrico que necesita contártelo en voz alta como si fuera culpa del universo y no de su propia inmadurez emocional.
John Cusack está perfecto. No solo escribe y actúa. Se pasa la peli rompiendo la cuarta pared como si grabara un podcast contando su crisis de los 30 (como digas que te recuerda a mí tendremos un problema...). Y además consigue que sin querer, acabes haciendo tus propias listas de rupturas, de discos y de malas decisiones.
La peli es honesta y tan cruel que es una obra maestra. Rob (Cusack) es todo lo que te he dicho y más. Te cae mal. Pero la película no lo justifica. Lo muestra sin filtros. Y en ese espejo, jode un poco ver lo mucho que uno se ha parecido a él en algún momento.
Mención especial a Jack Black siendo Jack Black y molando mil.
Puedes verla en Disney+
Mientras dormías
Esta película la he visto 50 veces seguramente porque es de esas que he tenido en casa en mi estantería de VHS. En aquella época no tenías acceso a catálogos de streaming o a Internet, así que lo que tenías por casa lo veías una y otra vez. Hacía mucho que no la veía porque tenía el recuerdo de una comedia romántica más. Y lo es. No tiene nada del otro mundo, pero entra bien. Típica de domingo por la tarde. Y aunque sea, a veces ridícula e inverosímil, es una peli que te abraza. Consigue que te creas un planteamiento que si te paras a pensarlo, es bastante creepy. Pero entras a ese juego.
Una mujer se enamora de un tipo en coma… pero se acaba enamorando de su hermano. Y como se siente sola, entra a formar parte de la familia de ellos, haciéndose pasar por la novia del que está en coma. Todo esto, verlo sin que te chirríe, o sin que parezca terror psicológico, tiene mérito.
Y quizás no chirría porque Sandra Bullock está perfecta. Tiene esa mezcla de ternura, torpeza y carisma que hace que quieras que le salga todo bien, aunque esté mintiendo desde el minuto uno. Y lo que te reconforta viendo la peli es la familia. Una familia caótica, graciosa, que te adopta también a ti como espectador.
Y luego está Bill Pullman, que no puede ser más tóxico en esta película.
La tienes en Disney+
50 primeras citas
¿Es posible una película de Adam Sandler con sus chistes cancelables, con Rob Schneider haciendo el casposo, y que consiga hacerte llorar como un desgraciao? Contra todo pronóstico, lo es, y además es una joya.
La primera vez que vi esta película me esperaba una comedia romántica de Adam Sandler y Drew Barrymore olvidable. Esta es la segunda vez que la he visto, después de muchísimos años, y juro que hay escenas que jamás se me han borrado de la cabeza.
Me pareció tan triste, que no quería tener que volver a enfrentarme a ella, pero hay días en los que tienes el corazón hecho pedazos, solo necesitas llorar un poco, y esta película volvió a cruzarse en mi camino para darme un abrazo cálido.
Me cuesta hasta escribir la reseña, así que, simplemente, para los que la hayáis visto, voy a enumerar esas escenas que me rompen:
La primera vez que le pone la cinta VHS.
Cuando le toca la canción que le ha escrito.
Cuando ella le enseña los cuadros.
El final, cuando despierta en el barco.
Vale, sí, estoy llorando...
Puedes verla en Prime Video
Por cierto.
Ya puedes ver nuestro directo sobre Jumanji en el Palacio de la Prensa de Madrid
Tú a Londres y yo a California
Lo creas o no, esta película está increíblemente bien hecha. Y es una gozada.
Sí, ya sé que muchos la recordaréis como “esa de Lindsay Lohan haciendo de gemelas”, pero si la ves con un poco de ojo, si te paras a observar y analizar, es una auténtica joya. La dirección, el ritmo, los encuadres… Es una clase magistral de cómo hacer cine familiar sin tratar al espectador como idiota.
La fotografía es una absoluta maravilla, y no es casualidad: detrás está Dean Cundey, el director de foto de Regreso al futuro, Jurassic Park y buena parte del mejor Carpenter. No hay una sola luz puesta al azar. Cada plano está equilibrado con muchísimo mimo, con una foto con personalidad, fuerza, narrativa, que le da a la historia ese toque de cuento moderno.
Y lo de Lindsay Lohan... madre mía. Es de otro planeta. Ya no solo es un mofe técnico lo que hacen para duplicarla y que a día de hoy siga funcionando. Es que ella está brutal en los dos personajes, y los construye diferentes, con gestos, con otro ritmo, la forma de moverse, con la voz y el acento... Una niña actriz que da una clase de interpretación asombrosa.
No es una película tan "para niños". Es una película muy divertida y disfrutable.
La tienes en Disney+
Competencia Oficial
Ay... Cómo me ha gustado esta película y cuánto me he reído.
La verdad es que me había cruzado con ella pero no me esperaba que me fuera a gustar tanto. Supongo que es un plus que sea del tipo “cine dentro del cine” y, inevitablemente muchas situaciones te resulten familiares. Exageradas para la comedia, pero con una base realista.
Se ríen del cine pero con muy buen saber hacer. Hay sátira del cine de autor, del actor de método, del galán internacional, del millonario que quiere dejar legado… y lo hacen con tanto cariño y humor, que funciona.
Penélope Cruz está increíble y es una actriz que suele entrarme torcida. Pero lo que hace aquí me calla la boca ¡Qué buena es! Su personaje es muy absurdo pero consigue transmitir un magnetismo que te atrapa. Es una directora snob, muy artista ella, tan metódica y perfeccionista que los ensayos con actores parecen más una tortura psicológica. Y el contraste con los dos actores es ya el cóctel perfecto.
Antonio Banderas hace muchas pelis de mierda, pero cuando le cae una buena, brilla como nadie. Aquí va de estrellita internacional, casi parodiándose a sí mismo. Pero lo mejor es que va de artista excéntrico que improvisa y tiene su método, justo lo opuesto a Óscar Martínez, que es más un purista intelectual. Eso sí, los dos son igual de ridículos. Y lo mejor es que no se dan cuenta.
Al final tienes una sátira muy bien escrita y rodada, a ratos incómoda, pero siempre sorprendente. Porque lo mejor es que nunca sabes por dónde va a tirar.
Qué gusto da cuando te topas con películas como esta.
Puedes verla en Filmin y en Prime Video
Por cierto, si todavía no nos sigues en nuestro canal de difusión de Instagram, aquí tienes el enlace: Vente chiqui que subiremos cosas exclusivas.
Alta Fidelidad se tiene que ver junto a Beautiful Girls, y ambas hablan de treintañeros con complejo de Peter Pan. Son muy disfrutonas las dos, cada una en su estilo. También es cierto que, según he ido cumpliendo años, se me han ido quedando pequeñas. Ay.