Recomendaciones de la semana
¿Y si Solo en casa es Jungla de cristal para niños y llevamos 30 años engañados?
¿Cómo van las Navidades? ¿Bien? ¿Mucha comida? Ya te digo yo que menos que en mi casa, seguro. Aquí ya estamos en ese punto en el que no sabes si desayunas turrón, comes croquetas o cenas sobras de ayer… todo vale.
Por cierto, dato random para soltar en la mesa y quedar como un puto genio del cine: ¿sabías que la mujer de John McClane en Jungla de cristal (Die Hard) es la tía, en la vida real, de Macaulay Culkin? Sí, sí. Kevin y la señora McClane son familia. Lógralo tú en el Trivial.
Pero espera, que esto no acaba aquí. Existe una teoría que aparece cada Navidad como el cuñado pesado, y dice que Solo en casa es básicamente el reboot infantil de Jungla de cristal. Y cuanto más lo piensas, más miedo da… porque tiene todo el sentido del mundo.
Similitudes que NO son casualidad
Protagonista solo en Navidad: John McClane y Kevin McCallister se quedan solos en Nochebuena después de una bronca familiar.
Ladrones a los que darles su merecido: John se enfrenta a terroristas haciéndose pasar por ladrones en un rascacielos; Kevin a los Wet Bandits. El enemigo se adapta a la edad.
Armas improvisadas: nada de pistolas de inicio. Aquí se pelea con lo que hay: cristales, botellas, explosivos caseros o bolas de Navidad que deberían estar prohibidas por la Convención de Ginebra.
Policía inútil: llaman, aparecen, miran alrededor y se van. Un clásico.
Pies descalzos y sufrimiento: McClane se destroza los pies con cristales; Marv pisa adornos como si fuera una versión extrema de Humor Amarillo.
Final feliz y reunión familiar: después de liarla parda, todos aprenden una lección y se abrazan. Navidad en estado puro.
Y ahora agárrate: los dos protagonistas se apellidan “Mc”.
John McClane. Kevin McCallister. ¿Coincidencia? JA.
Paralelismos para volarte la cabeza
Aliado inesperado:
McClane tiene al sargento Al Powell.
Kevin tiene al viejo Marley.
Empiezan dando mal rollo y acaban salvando el día.
Frase mítica:
“Yippee-ki-yay, motherf*cker”.
“Keep the change, ya filthy animal”.
Ambas deberían estar en camisetas.
Momento reflexión: los dos miran fotos familiares pensando “la he liado, pero quiero volver a casa”.
Detalle absurdo nivel dios:
El chófer de la limo se llama Argyle.
El tío Frank lleva un jersey argyle.
EL CÍRCULO SE CIERRA.
Así que nada, la próxima vez que alguien diga que Jungla de cristal no es una película de Navidad, le sueltas esto y lo dejas KO antes del postre.
En fin… igual tengo que hacer un vídeo, ¿no?
Vamos al lío.
¡Ah! Y ¡¡Feliz Navidad!!
Springsteen: Deliver Me From Nowhere (Peli)
Este es un biopic difícil de clasificar, y más aún si te gusta el Boss. La película se centra en una etapa oscura del cantante, en la que sufrió una depresión bastante fuerte mientras grababa su álbum Nebraska. Es curioso, porque esperas una película al estilo del biopic de Robbie Williams o el de Queen y, al final, te encuentras con algo mucho más íntimo, que trata sobre las enfermedades mentales en una época en la que no era nada fácil aceptar que uno necesitaba ir a terapia.
He de reconocerte que, si vas con expectativas altas, puede que te las chafe. El personaje de Bruce es una especie de monje, obsesionado con la música y con su pasado. Créeme, esta parte me ha chirriado bastante. No me creo a un músico que no haya sido una bala perdida en alguna etapa de su vida. Buscando información, internet me ha dado la razón, ya que el personaje femenino —o interés romántico— del protagonista no existió en la realidad. Es una amalgama de todas las mujeres con las que se veía Springsteen en esa época. Vamos, que no era tan monje, pero supongo que eso en la película no quedaba tan bien.
Otra cosa que puede que te chirríe es que se habla mucho de su pasado y de su relación con su padre, pero a la hermana la muestran en un plano y luego desaparece por completo. Llegas a pensar si el personaje ha muerto o qué ha pasado… muy raro todo.
Si no la he puesto en la lista de películas que no recomiendo es por el final. Su desenlace me ha gustado mucho y, no te voy a engañar, he llorado. Es de esas escenas que se te quedan grabadas en la mente y que, seguramente, recordaré cada vez que piense en esta película. ¿Cómo puedes hacer una película tan caótica con un final tan excelente? En fin, seas o no fan del Boss, es una película bastante disfrutable. Un 6 que podría haber sido un 10 si tuviera más ritmo y más música. Lamentablemente han decidido tirar por otro camino. Totalmente válido, pero no creo que sea el que muchos queríamos ver.
Y para colmo, no esperes que suene Dancing in the Dark, porque no va a pasar. Con Born in the U.S.A. vas servido… y da las gracias.
La tienes para ver en alquiler.
The Running Man (Peli)
A mí, particularmente, no me ha gustado. Y eso que la idea de partida es potente: una sociedad futura donde la televisión convierte la violencia en prime time y los concursantes deben huir mientras son cazados en directo para el entretenimiento de las masas. Vamos, una crítica al sistema, al morbo televisivo y a la deshumanización… sobre el papel suena estupendo.
El problema es que la película no sabe qué hacer con todo eso.
Empezando por lo mejor: Glen Powell está enorme. Este tío tiene carisma para aburrir, sabe manejar el humor y levanta escenas que, sin él, serían bastante planas. Es de esos actores que entienden el tono y se nota que se lo pasa bien. Cada vez que aparece, la película respira.
Ahora bien, el argumento es un caos. Está mal hilvanado, da bandazos y llega un punto en el que no sabes si estás viendo una crítica social, un survival, una peli de acción o un tráiler estirado durante casi tres horas (sí, otra más). Se alarga innecesariamente y parece que nadie en la sala de montaje se atrevió a decir: “oye, esto sobra”.
Y luego están los personajes secundarios, que son prácticamente NPCs. No tienen fondo, no importan y, cuando les pasa algo, tu reacción es más bien un encogimiento de hombros. En una película donde se supone que la vida y la muerte están en juego, eso es bastante grave.
¿Tiene cosas salvables? Sí. La acción funciona, hay escenas potentes y momentos que se disfrutan. Pero todo está tan diluido, tan estirado y tan poco enfocado que al final te queda la sensación de estar viendo una peli que quiere decir muchas cosas y no dice ninguna del todo.
No la meto en el saco de películas que no te recomendaría, porque tampoco es un desastre.
Pero siendo claros: si no la ves, no se acaba el mundo. Y si la ves… probablemente prefieras, como yo, la versión de Schwarzenegger. Tiene más alma.
La puedes ver en tu cine más cercano.
Silent night (Peli)
Siempre me había dado una pereza tremenda verla. No sé si es por el póster, que parece sacado de un generador random de películas de terror, o porque estaba catalogada directamente como “terror”, cosa con la que discrepo muchísimo, porque tiene bastante más de comedia que de terror como tal. Vamos, que miedo lo justo.
La persona que me la recomendó me dijo que no leyera absolutamente nada del argumento para disfrutarla más, y eso he hecho. También te digo que esta persona no ha venido a vernos a ningún directo y, aun así, le he hecho caso… así que ya puede ir espabilando y empezar a venir.
En fin, del argumento te voy a contar lo mínimo: una cena de Navidad y las cosas se van de madre. Pero se van de madre porque tienen que irse de madre, no porque alguien haya tomado malas decisiones (o sí). El final, siento decírtelo, pero me lo veía venir desde Cuenca. Aun así, se deja ver, sobre todo por las dinámicas entre un grupo de amigos llenos de secretos, miradas raras y silencios incómodos. Una pena que no profundicen más en esto, porque es infinitamente más interesante que todo lo que pasa después.
Eso sí, me entretuvo más que The Running Man… Dios mío, al final la voy a acabar metiendo en la sección de “pelis que no te recomiendo”, y no quiero pero es que me está obligando.
Por cierto, dura solo 90 minutos, lo cual es un milagro en los tiempos que corren. Deberíamos hacer un chupito cada vez que una película baje de las dos horas… aviso: no beberíamos casi nunca.
La tienes en Amazon Prime.
Ah, y antes de irme: aunque no vengas a los directos… feliz cumpleaños, Hierros.
Por cierto. Hemos hecho un libro de curiosidades sobre cine que no puedes perderte. La verdad es que es una pasada. Imágenes a todo color, mogollón de pelis, recomendaciones, secretos del cine y Eddie Murphy, ¿Qué más quieres?.
Happiness (Peli)
¿Cómo nunca había visto esta película? Yo, que me considero un cinéfilo de libro, no tenía ni idea de la existencia de esta maravilla. Todd Solondz, su director, es capaz de construir un argumento a partir de temas tabú como la pederastia, el asesinato y el voyeurismo, utilizando la comedia negra como su principal arma para desarmar al espectador. Sin duda, no me quedo corto al decir que es la mejor comedia negra que he visto, con ese final tan desgarrador de un padre hablando con su hijo… o qué decir de la escena del perro.
La historia gira en torno a una familia cuyos integrantes tienen problemas que no saben —o no quieren— aceptar: un matrimonio a punto de divorciarse, tres hermanas y sus respectivos maridos, novios y amantes ocasionales. Tras una aparente normalidad, todos los personajes ocultan algún secreto, y varios de ellos son especialmente perversos. La película cuenta con giros de guion que juegan con el espectador de un modo muy inteligente y mordaz. La puesta en escena recuerda mucho a The Office, anticipando ese tipo de incomodidad cotidiana basada en silencios incómodos y situaciones que te obligan a mirar la pantalla con una mezcla de risa nerviosa y desasosiego.
Entiendo que haya gente a la que esta película no le guste, pero si el humor negro es lo tuyo, esto es absolute cinema. Solondz analiza al ser humano sin juzgarlo: no perdona a sus personajes, pero tampoco los condena. No ofrece redención ni resuelve la incomodidad que plantea, y ahí reside gran parte de su fuerza. Hoy en día, esta película sería prácticamente imposible de realizar. Voy a seguir muy de cerca a este director, porque no he conocido a nadie capaz de hacer una comedia tan difícil de ver y, al mismo tiempo, tan imposible de olvidar.
Si la quieres ver, la tienes en Youtube gratis.
Blue Lock (Anime)
Menudo empacho me he dado con este anime. Me he visto casi sus dos temporadas en dos semanas. La idea es muy loca, como suele pasar en muchos animes. En Japón, hartos de no pasar de cuartos en el Mundial, deciden crear una especie de battle royale (sin muertes) para conseguir al mejor delantero de la historia.
A priori puede parecer una chorrada, pero no veas cómo engancha ver cómo el protagonista, que no destaca en nada, empieza a darse cuenta de que tendrá que dar mucho más de sí si no quiere quedar eliminado. Las pruebas y los mini torneos que se suceden a lo largo del anime son súper adictivos, hasta el punto de que no quieres terminar un capítulo sin saber cómo acaba todo.
Tiene emoción, competitividad y, por suerte, no se parece en nada a Campeones, algo que se agradece, sobre todo por aquellos partidos eternos que parecían no acabar nunca. Es perfecta para amantes del fútbol que ya están hartos de aburrirse viendo los partidos de su propio equipo.
La puedes ver en Crunchy Roll.
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