
Hola Batcuever,
Hay semanas que no te dan ni un respiro.
Reuniones que se alargan, mensajes sin responder, listas de tareas que se reproducen como Gremlins.
Y justo cuando estás a punto de tirar el portátil por la ventana… aparece una peli.
No una obra maestra, ni falta que hace. Una de esas que se ven con manta y algo de picoteo. Y de pronto, sin darte cuenta, te cambia el día.
No porque resuelva nada, sino porque durante hora y media, nadie te exige nada. Solo mirar, escuchar, dejarte llevar.
Y a veces, eso es todo lo que se necesita para volver a empezar.
Hoy te traigo algunas recomendaciones interesantes que pueden ayudarte a desconectar la mente y pasar un buen rato.
Y por cierto, si eres de Barcelona o alrededores, estaremos por allí en directo a final de mes. Vente y nos conocemos en persona!
Y si crees que estas recomendaciones podrían interesarle a alguien, nos harías un gran favor compartiendo esta publicación.
Tron: Legacy (Película)
En 1982 la película Tron fue todo un boom cinematográfico. Una inventiva brutal y unos efectos increíbles (para su época).
Pues en 2010, apareció no un remake, sino una segunda. La película pasó un poco sin pena ni gloria, pero yo la vi en su estreno, le tenía muchas ganas, y tuve sentimientos encontrados.
Vamos a ver, siendo sinceros no esperes la película de tu vida o una introspección sobre el amor y las motos de luces. Creo que si una persona va a ver Tron, sabe qué tipo de peli va a ver. Y a mí la película me entretuvo mucho. Ahora que la he vuelto a revisionar me doy cuenta de que a pesar de tener ya 15 años, el CGI está francamente sobresaliente.
Que sí, que la cara de Jeff Bridges rejuvenecido no es lo mismo que Harrison Ford en Indiana Jones 5. ¡Pero es que han pasado 15 años! Y ya te digo que hay rejuvenecimientos faciales de hace 2 o 3 años que son más o menos como ese.
Pero lo importante es… ¿Logró Tron Legacy continuar el legado de su predecesora mientras innovaba para una nueva generación? Claro que sí. ¿Qué preguntas son estas?
La película retoma la trama casi treinta años después de la primera parte y nos presenta a Sam Flynn, el hijo de Kevin Flynn, el protagonista de Tron. Se supone que Kevin ha desaparecido, Sam se ha quedado sin padre, está triste, se ha vuelto un poco rebelde y le hace gamberradas a la empresa de su padre, y esto le lleva a meterse en el universo digital de Tron.
Allí encontrará a un villano (que mola bastante) CLU, que es una versión de Kevin digital, una Inteligencia Artificial que ahora domina ese universo. También encontrará a una chica que le ayudará a encontrar a su padre. Sí, tu padre está vivo, solo que se ha quedado atrapado y le ha tocado vivir con Olivia Wilde. ¿Qué putada verdad?
La tienes en Disney+
Y aquí la reseña en vídeo, más completa.
Lazarus (Serie)
Lo nuevo de Shin'ichirô Watanabe, el creador de Cowboy Bebop, viene con ritmo, tiros… y con mala leche.
Es el año 2052. El mundo vive en paz gracias a una droga milagrosa que lo cura todo. Así que está el mundo contento, relajado, sin guerras. Pero entonces, el propio creador de la droga suelta un comunicado: en tres años… todos los que la hayan tomado van a morir. Y claro, se lía.
Ahí entra el equipo Lazarus, una especie de grupo de élite de inadaptados que tiene que encontrarle antes de que se cargue a la humanidad entera.
Visualmente es una locura. El estudio de animación MAPPA, se marca unas secuencias de acción que parecen escenas de lucha reales. Y aunque los personajes no son la cosa más profunda del mundo, tienen carisma, estilo y mucha presencia. Que a veces es más que suficiente.
¿La música? Flying Lotus. Y sí, se nota que no es la de Cowboy Bebop, pero tiene ese rollo que parece que no case con escenas de acción y, sin embargo, le va como anillo al dedo.
Lazarus no es perfecta, pero es un gustazo. Un anime adulto, violento y con personalidad. Como si Minority Report se hubiera tomado un ácido.
Puedes verla en HBO Max
Chip y Chop: Los guardianes rescatadores (Película)
Tengo que reivindicar esta peli, porque tengo la sensación de que casi nadie la ha visto o, peor aún, que muchos la descartaron sin saber lo que se estaban perdiendo.
Sí, es una peli con ardillas. Pero no tiene nada que ver con Alvin y las ardillas ni con una adaptación infantil de la serie original. De hecho, se burla de todo eso. Aquí Chip y Chop no son los personajes de los dibujos, sino dos actores animados que interpretaron a esos personajes en los 90. La serie existió dentro del universo de la película, pero ellos eran solo intérpretes. Y desde entonces, sus vidas han tomado caminos muy distintos.
Uno lleva una vida de oficina. El otro vive de su pasado en convenciones, firmando autógrafos junto a personajes olvidados… como el famoso “Sonic feo” del primer tráiler de Sonic, que aquí aparece convertido en una de las mejores autoparodias que ha hecho jamás Hollywood.
La película es una comedia de detectives con tintes de cine negro. Hay una mafia que secuestra personajes animados, les cambia el aspecto para que no puedan ser reclamados por derechos de autor, y los fuerza a participar en películas pirata. Chip y Chop se ven envueltos en esta trama y, de paso, deben reconciliarse como amigos.
A nivel visual, combina animación 2D, 3D e imagen real de forma muy eficaz. Muy del rollo Roger Rabbit y ese universo en el que conviven actores de carne y hueso con personajes animados. Y además, lo hace con una cantidad loquísima de cameos, guiños y metarreferencias que requieren varias pausas para asimilar todo lo que aparece en pantalla.
Una rareza inesperada en mitad de un catálogo saturado de secuelas y remakes, que al menos intenta hacer algo distinto.
La tienes en Disney+
Por cierto.
Ya puedes ver de manera gratuita nuestro directo sobre Regreso al Futuro en el Palacio de la Prensa de Madrid
La búsqueda (Película)
Una fantasía patriótica con olor a palomitas rancias y trampas de museo, pero qué quieres que te diga… yo me lo paso como un niño cada vez que la veo. Es una peli que sabes perfectamente lo que es desde el minuto uno: Nicolas Cage robando la Declaración de Independencia para encontrar un tesoro escondido por los masones. O sea, Indiana Jones para fans de Saber y Ganar.
Lo que más me gusta es que no tiene vergüenza de ser lo que es. No intenta ser un thriller serio, ni una película de aventuras clásica. Es un espectáculo Disney, con puzzles que se resuelven en dos frases, giros imposibles y secundarios que seguramente sean el cuñado del director. Todo respira un aire al Código Da Vinci pero escrito por alguien que le dieron el bachillerato de regalo en un Happy Meal.
Eso sí, si te paras a pensarlo, todo es una excusa para que Nicolas Cage mole mil y ponga cara de saberse Wikipedia entero cada cinco minutos. Pero ahí está parte del encanto. Él se lo cree. Y al final, tú también. Vas con él a muerte. Es Nicolas Cage, joder. Y cuando sale él y la peli va a tope con su propuesta, por absurda que sea, acaba funcionando.
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Star Wars Ep.III La venganza de los Sith (Película)
Hace unas semanas fui al cine a ver La venganza de los Sith en 4DX y fue emocionante, diferente y con dolor de culo incluido. Pero más allá de estar a punto de caerme de la butaca varias veces, lo que realmente pasó es que movió algo en mi interior. Ver en pantalla grande esta película, justo 20 años después, fue como mirar atrás y ver al chaval que se hizo el pelo como Hayden Christensen porque se había enamorado de él en La casa de mi vida.
Mi relación con la saga es extraña: crecí con la trilogía clásica grabada en VHS, sin ediciones especiales ni efectos retocados. Para mí, Star Wars era suciedad, camaradería y aventuras con naves oxidadas. Las precuelas, en cambio, eran política, cromas y como no conecté tanto, ni siquiera fui a ver al cine el Episodio III. Os contaré todo esto mejor en un vídeo largo del canal, cuando consiga hueco para hacerlo como se merece.
Y sin embargo, cuando fui al reestreno, la disfruté. Sí, sigo pensando que el cambio de Anakin al lado oscuro es atropellado y que Lucas dirige las escenas como si los actores esperasen a que alguien grite “¡acción!”. Pero hago el pacto. Me gusta el duelo final, me atrapa el tema de Padmé y Anakin, y sí, Yoda dando volteretas me sigue pareciendo una fumada deliciosa.
Volver a ver esta peli en cine me ha hecho reconciliarme con ella. No es la Star Wars que soñaba de niño, pero es la que otros soñaron. Y eso también es bonito. Porque lo importante no es que sea mi Star Wars, sino que sigamos teniendo Star Wars que discutir, amar o detestar.
Porque ya debes saber que no hay nadie peor que el fandom de Star Wars. Y sí soy.
La tienes en Disney+
¿He puesto casi todas de esa plataforma, no? Pues no me pagan nada, lo juro.
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